
Fernando González, velada metafísica
Fernando González, Humorista, filósofo y cronista es también el gran místico colombiano -el único-, un hombre en el ejercicio constante del conocimiento experimental consigo mismo, con la naturaleza y con la espiritualidad religiosa. Más que todo ello fue y es lo que pocos se atreven a decir: UN GRAN POETA. Nos ha hablado a través de los libros, pero casi nunca le hemos brindado la posibilidad de hacerlo mirándonos a los ojos desde un escenario. Invitarlo a estar con nosotros, en colectividad, en la ritualidad mágica del teatro es participar de otro modo con su poesía, con su pensamiento contradictorio, con su viaje emotivo. VIVIR, para él, estaba por encima de toda ambición literaria, pues “Todo lo que está muy bien escrito es detestable. Cada cosa debe aparecer con el vestido que tenía mientras era vivida. El vestido y la música de su mundo propio”. La puesta en escena de Fernando González. Velada metafísica, quiere crear la maravillosa ilusión de que todavía está en su granja de Otraparte, en Envigado, que los colombianos podemos seguir conversando con él. Hay dos hombres que fueron tierra de la tierra y no deberían haberse muerto nunca, el otro es Sócrates. Imaginémoslo entonces: divertido, satírico, sensual, cascarrabias, metafísico, príncipe de la iglesia, campesino, juez, diplomático. Una muchedumbre que designamos con el nombre de FERNANDO. Algún amoroso de la obra del Brujo hizo un apunte que justifica cualquier intento de representarlo: “Ya basta de leer a Fernando González, practiquémoslo”.
